šŸ”„Quemamos las naves. Ahora no hay vuelta atrĆ”s.
imagen de un chipĆ” en una barca prendido fuego, quemar las naves
Representación de un chipÔ en llamas o bola de dragón, no nos decidimos.

Esta seguro que te pasó. Hace unas semanas en Che ChipÔ nos preguntamos ante la opción de arriesgar o no:
ĀæY si quemamos las naves? ĀæY si vamos con todo?​

Inspirados por la famosa estrategia de Alejandro Magno, quien al llegar a la costa fenicia ordenó quemar sus naves para eliminar cualquier posibilidad de retirada, decidimos hacer lo mismo. Sin plan B, sin vuelta atrĆ”s.​

Dicen que cuando HernÔn Cortés llegó a tierras mexicanas, ordenó quemar sus barcos. No había marcha atrÔs. O conquistaban o morían.
Nosotros no queremos conquistar a nadie (bueno, quizƔs tu paladar), pero sƭ vinimos a prenderle fuego a lo viejo.

Quemamos las recetas aburridas, las rutinas sin sabor, los panes que no dicen nada.
Quemamos el miedo a emprender, la idea de que hay que hacer las cosas como siempre se hicieron.
Quemamos lo cómodo. Lo fÔcil. Lo seguro.

”Quemamos las naves!

Che ChipÔ nació del fuego. De la rebeldía.
Somos pan de queso sin gluten, sí. Pero somos también un acto de revolución chiquita.
Una merienda que dice: sĆ­ se puede. Un desayuno que no se resigna. Un pica pica que no claudica.

Y si alguna vez te sentiste asĆ­ —tomando una decisión que da miedo pero tambiĆ©n te hace vibrar—, este chipĆ” tambiĆ©n es tuyo.
Brindemos con queso y almidón por los valientes, por los locos, por los que se animan a saltar.

Memento ChipĆ”

Una tragedia reciente nos recordó algo que decían los estoicos como Marco Aurelio, Séneca o Epicteto:
ā€œMemento mori.ā€
RecordĆ” que vas a morir.​

Pero lejos de deprimirnos, eso nos prende fuego por dentro. Nos hace vivir mƔs y mejor.
Nos hace poner mƔs chipƔs en el horno.
Nos hace agradecer cada cliente que entra, cada sonrisa, cada bocado.​

Porque si todo es efĆ­mero… Āæcómo no celebrar lo bueno mientras estĆ” caliente?

chipÔ cayendo meteóricamente del cielo sobra la ciudad de Barcelona quemar las naves
ChipĆ” apocalĆ­ptico inevitable sobre Barcelona.

El chipĆ” es inevitable

Hoy creemos que lo del chipĆ” ya no se puede frenar.
Es un hit.
Es Pulp Fiction cuando abren el maletĆ­n y solo sale luz.
Es lo que pasa cuando la gente prueba algo tan bueno que tiene que compartirlo.​

¿Esto quiere decir que vamos a parar? ”En absoluto! Lo que te venimos a decir es que estamos convencidos de la inevitabilidad de que el chipÔ arrase Barcelona, como un chipasteroide de mandioca y queso derretido surcando el cielo y anunciando proféticamente el fin, el fin del tapeo mundano y los «no tengo nada para picar» de las juntadas. El fin de la ignorancia de este bocado que invoca lo sacro y lo profano, con su naturaleza divina-pecaminosa. Venimos a decirte: ”Quemamos las naves!

Y si no nos creƩs, probalo. Pero con cuidado.
DespuĆ©s del primer mordisco, como dijimos…
…no hay vuelta atrĆ”s.

Si nada de esto que te decimos te lleva a alguna parte, era un poco la idea, pero nos atrevemos a cerrar con la siguiente reflexión: ¿algo realmente divertido nació alguna vez de lo mesurado?

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